Les voy a hablar sobre Betty:
Betty habla hasta por los codos,
al punto de que es pesado estar con ella. Le importa un pepino si lo que está
contando nos interesa o si llegará a resultar interesante. Ella a huevo quiere
estar hablando y ni quien la calle.
Ella es una de esas personas que
hablan y hablan y hablan y al final te dice puras pendejadas, siempre va a
querer dar su “objetivo” punto de vista a pesar de que los demás ya la vemos
con cara de “a ver con que mamada nos va a salir ahora…”
Betty habla para ella misma y a
huevo quiere que todos la escuchemos.
Siempre que alguien cuenta algo,
siempre tiene que opinar y decir lo que a ella le pasó. Empieza a hablar y ella
ni en cuenta que todos los demás estamos hasta las chanclas de lo aburrida que
es su conversación.
Además de no poder callarse ni un
ratito… es bien pinche metiche y molesta, nunca puede estar bien con los demás
y ahí tiene a todos alejándose de ella, y cuando por fin encuentra a alguien
que le preste atención, no la deja en paz y no se separa hasta que le colme la
paciencia.
Tal pareciera que no piensa si lo
que dice realmente nos interesa un poquito o que aburre contando a detalle todo
lo que pasa por su vida. Es agotador el intentar callarla porque aún le digan
que se calle, de un momento a otro vuelvo a seguir contando donde se quedó y no
para hasta que termina.
Betty también es muy indiscreta e
impertinente, habla de más y cuando la caga, según ella se arrepiente de lo que
dice… pero, como resulta ser una raya más al tigre, vuelve a cagarla muchas
veces más y se sigue “arrepintiendo”…
Los chismes… Betty adora los
chismes. Guardar un secreto para Betty es un gran reto que le da la sensación
de saber algo que los demás no saben y por ende, le produce una gran
satisfacción. Betty al saber un buen chisme debe de contarlo porque así todos
la escucharan, y ella será importante y protagonista. La bronca es la sensación
de contar un chisme es efímera y una vez contado el chisme vuelve a ser la
misma Betty aburrida para todos… Betty necesitará nuevos chismes…
Betty por lo general es nerviosa
y se estresa con facilidad, tal vez sea eso lo que la hace hablar hasta por la
cola, pero sucede algo interesante con ella, cuando llega el jefe o algún
cliente importante a la oficina con quien quiere quedar bien, se pone tensa y
nerviosa, empieza hablar torpemente y sin pensar que carajo está diciendo y su
superpoder (el hablar sin parar) se vuelve su Kriptonita: las palabras la
traicionan y queda en ridículo.
No es por ser mala onda con Betty,
pero es muy molesto y pesado tener que soportarla. Ojalá fuera consciente de su
incontinencia al hablar, porque la verdad:
¡COMO CHINGA!
1 comentario:
jaja que horror, conozco gente así, pero no a ese grado, creo o,O... me gustaría conocerla de lejitos y luego alejarme para siempre xD espero leer los demás... como chingas! xD
Publicar un comentario