viernes, 12 de septiembre de 2014

Como Chingan... Vol. 1: Betty.

Les voy a hablar sobre Betty:

Betty habla hasta por los codos, al punto de que es pesado estar con ella. Le importa un pepino si lo que está contando nos interesa o si llegará a resultar interesante. Ella a huevo quiere estar hablando y ni quien la calle.

Ella es una de esas personas que hablan y hablan y hablan y al final te dice puras pendejadas, siempre va a querer dar su “objetivo” punto de vista a pesar de que los demás ya la vemos con cara de “a ver con que mamada nos va a salir ahora…”

Betty habla para ella misma y a huevo quiere que todos la escuchemos.

Siempre que alguien cuenta algo, siempre tiene que opinar y decir lo que a ella le pasó. Empieza a hablar y ella ni en cuenta que todos los demás estamos hasta las chanclas de lo aburrida que es su conversación.

Además de no poder callarse ni un ratito… es bien pinche metiche y molesta, nunca puede estar bien con los demás y ahí tiene a todos alejándose de ella, y cuando por fin encuentra a alguien que le preste atención, no la deja en paz y no se separa hasta que le colme la paciencia.

Tal pareciera que no piensa si lo que dice realmente nos interesa un poquito o que aburre contando a detalle todo lo que pasa por su vida. Es agotador el intentar callarla porque aún le digan que se calle, de un momento a otro vuelvo a seguir contando donde se quedó y no para hasta que termina.

Betty también es muy indiscreta e impertinente, habla de más y cuando la caga, según ella se arrepiente de lo que dice… pero, como resulta ser una raya más al tigre, vuelve a cagarla muchas veces más y se sigue “arrepintiendo”…

Los chismes… Betty adora los chismes. Guardar un secreto para Betty es un gran reto que le da la sensación de saber algo que los demás no saben y por ende, le produce una gran satisfacción. Betty al saber un buen chisme debe de contarlo porque así todos la escucharan, y ella será importante y protagonista. La bronca es la sensación de contar un chisme es efímera y una vez contado el chisme vuelve a ser la misma Betty aburrida para todos… Betty necesitará nuevos chismes…

Betty por lo general es nerviosa y se estresa con facilidad, tal vez sea eso lo que la hace hablar hasta por la cola, pero sucede algo interesante con ella, cuando llega el jefe o algún cliente importante a la oficina con quien quiere quedar bien, se pone tensa y nerviosa, empieza hablar torpemente y sin pensar que carajo está diciendo y su superpoder (el hablar sin parar) se vuelve su Kriptonita: las palabras la traicionan y queda en ridículo.

No es por ser mala onda con Betty, pero es muy molesto y pesado tener que soportarla. Ojalá fuera consciente de su incontinencia al hablar, porque la verdad:


¡COMO CHINGA!

1 comentario:

Sandra Duque dijo...

jaja que horror, conozco gente así, pero no a ese grado, creo o,O... me gustaría conocerla de lejitos y luego alejarme para siempre xD espero leer los demás... como chingas! xD